CARACOLAS DE HOJALDRE Y NATA

Seguimos con los postres de improvisación y no por eso menos ricos!!!!!

Hay ingredientes que nunca pueden faltar en la despensa de alguien que adora la repostería porque ya se sabe... cuando menos te lo esperas, te llega una visita inesperada que cuando preguntas, que os apetece tomar?, dicen así, como el que no quiere la cosa.... tienes algo dulce????

y claro está, no se refieren a unas galletitas ni nada por el estilo...

Entonces es cuando yo, que me encantan las visitas, por supuesto, me digo a mi misma... y ahora, qué?

Pues echamos mano de ese fondo de despensa y en un pis pas, tenemos un postre de lo mas rico y vistoso, que disfrutarán mis invitados y me hará quedar como una reina.

En este caso han sido, unas maravillosas caracolas de hojaldre rellenas de nata.

 

Ingredientes.

1 placa de hojaldre

250 ml de nata para montar

Azúcar glas para decorar.

Elaboración.

Estiramos bien la placa de hojaldre y  cortamos tiras de unos 2 cm. aproximadamente.

Engrasamos bien los conos metálicos que nos servirán de molde ( los podemos encontrar en cualquier tienda de repostería, e incluso en bazares de estos que venden un poco de todo ) con un poco de margarina, así como las tiras que hemos cortado y forramos los conos de manera ascendente para que queden bien cubiertos. Esto nos ayudará a retirar sin problemas las caracolas de los moldes y que nuestro hojaldre quede bien jugoso.

Disponemos nuestras caracolas en una bandeja con papel de horno e introducimos las caracolas en el horno, previamente precalentado a 180º, con calor arriba y abajo, durante unos 15 minutos, o bien hasta que veamos el hojaldre bien doradito.

Mientras tanto, montamos los 250ml de nata montada con unas varillas eléctricas, junto con el azúcar que queramos añadir. Esto va en función de los gustos de cada uno. A mi, personalmente, me gusta la nata sin azúcar, pero como el hojaldre no es una masa dulce, to le puse dos cucharadas soperas de azúcar .

La nata debe quedar bien firme, es decir, cuando al levantar las varillas forme picos.

Una vez cocinadas las caracolas, sacamos del horno y dejamos enfriar un poco para retirar los moldes metálicos.

Para rellenarlas con la nata, debemos esperar a que estén totalmente frías, o se nos deshará toda la nata y será un desastre.

Rellenamos una manga pastelera, o bien con una bolsita de congelados, para quien no tenga.

Yo he utilizado una boquilla de estrella cerrada 1M de Wilton, pero podéis utilizar la que más os guste.

También podéis rellenar las caracolas con crema pastelera, o trufa ( ganache de chocolate montada ).

Una vez rellenas, espolvoreamos con un tamizador o un colador pequeño, azúcar glas por encima y...Voilà!!! Postre acabado, invitados contentos y tú...como una reina.

Hasta muy prontito.

Besosssssssssssss

Yolanda